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Una aventura compartida en dos lugares diferentes de Estados Unidos: Liza Garrido, estudiante-atleta de la University of Illinois – Chicago, y Valentina Culaciati, estudiante-atleta de Old Dominion University.

Las dos chicas argentinas están teniendo una experiencia maravillosa en Estados Unidos. Dos historias diferentes, pero interesantes. Por eso decidimos hacer una doble entrevista: las mismas preguntas para entender las sensaciones y emociones vividas hasta el momento, con una parte final bastante divertida.

¿Cuál es el balance de tu experiencia en Estados Unidos hasta ahora?

LIZA: Llevo tres meses en Estados Unidos. Todo es una montaña rusa de emociones. El vóley no podría ser mejor, veo el progreso todos los días, estoy ganando confianza dentro y fuera de la cancha. Académicamente, no podría estar más feliz con el camino que he elegido. La economía me permite profundizar en varias áreas y en todo esto incluso las matemáticas, una materia que nunca me ha gustado especialmente, empieza a atraerme.

VALENTINA: El balance es súper positivo. Sin duda, esta experiencia está superando mis expectativas y aún queda mucho camino por recorrer. Soy muy afortunada de ser parte de un gran grupo de personas.

¿Cuál ha sido el mejor momento hasta ahora?

LIZA: Sin duda, el mejor momento hasta ahora ha sido llegar a la final de la Horizon League, ganando en semifinales ante Northern Kentucky. A pesar de que perdimos los dos primeros sets, ganamos el partido en 5 sets. Una gran sensación.

VALENTINA: Definitivamente el primer partido y luego diría que la primera victoria. Después de una larga espera, después de este largo período de incertidumbre, salir a la cancha fue realmente emocionante.

¿Cuál fue, por otro lado, el momento más difícil?

LIZA: No creo que haya pasado por grandes dificultades hasta ahora. Me siento como en casa desde el primer día y todas mis compañeras y entrenadores me ayudaron con todo lo que necesitaba para adaptarme logística, académica y deportivamente.

VALENTINA: En general, toda la pandemia ha tenido sus altibajos. Muchos cambios e incertidumbres. Entrenar durante un año y medio sin jugar un solo partido fue difícil para el equipo, pero definitivamente valió la pena la espera.

¿Qué crees que te aportará esta experiencia?

LIZA: Esta experiencia te lo da todo en todos los ámbitos: académico, deportivo, personal. Conoces gente de diferentes culturas y esto te abre la mente de una manera excepcional. En términos deportivos, he aprendido que el concepto de equipo es lo único que importa. Tener un fuerte vínculo y unidad con el grupo te lleva a las etapas finales de cualquier campeonato, te empuja a dar siempre lo mejor de ti. De hecho, también aplico este concepto en mi vida en general. Personalmente, creo que esta experiencia traerá nuevas personas, nuevas experiencias, nuevas oportunidades a mi vida.

VALENTINA: Una infinidad de cosas. La oportunidad de combinar el estudio y el vóley, aprender otro idioma y conocer otra cultura es algo increíble. Sé que en el futuro todo lo que estoy aprendiendo y haciendo ahora me ayudará a ser más responsable, más madura. A nivel deportivo, sé que mejoraré mi forma de jugar y sobre todo mi mentalidad.

¿Cuál es tu mejor cualidad?

LIZA: Creo que mi fortaleza es mi capacidad para hacer amigos y relacionarme con gente nueva. Desde que llegué aquí he conocido a chicos y chicas de todo el mundo como Pakistán, India, Vietnam, Reino Unido, Brasil, Corea y por supuesto Estados Unidos. Conocer a personas de diferentes orígenes y culturas me hace extremadamente feliz, me enriquece.

VALENTINA: Tengo una actitud positiva, siempre trato de ser optimista tanto en la vida como en la cancha. Cuando jugamos intento transmitir todo esto a mis compañeras en términos de seguridad y confianza en ellas mismas y en el equipo.

¿Cuál es, por otro lado, tu peor defecto?

LIZA: Creo que mi mayor limitación hoy en día es la comunicación, cuando hablo tartamudeo un poco y mi inglés todavía necesita mejorar. Quiero progresar en esto, dedicarme al estudio del inglés para ganar más confianza.

VALENTINA: Soy muy exigente cuando se trata de vóley y esto a veces no me permite disfrutar de mis resultados. A menudo también me falta paciencia, esto es algo que necesito mejorar porque especialmente en el deporte, la calma y el autocontrol marcan la diferencia.

Como central que viene de otro país y por lo tanto de otro tipo de vóley, ¿cuáles son las mayores diferencias que has notado y qué cambios has tenido que hacer en Estados Unidos?

LIZA: Hay muchas diferencias entre el vóley argentino y el vóley americano. Tuve que hacer un gran cambio, adaptarme rápidamente al estilo de juego: desde las rotaciones (algunos entrenadores cuentan las rotaciones hacia atrás), hasta las reglas del juego y la técnica. Es otro mundo y estoy haciendo todo lo posible para adaptarme lo más rápido posible.

VALENTINA: Dos aspectos sin duda: la velocidad y la estatura de los delanteros, que aquí miden más de dos metros. Señalaría estos dos si tuviera que señalar las diferencias más obvias.

¿Qué es lo que más extrañas de Argentina?

LIZA: ¡El dulce de leche! No hay nada que extrañe más que el dulce de leche, ni siquiera sabía que era adicta a él.

VALENTINA: Mi perro, mis amigos y mi familia. Y también la comida, aquí es muy diferente a la de Argentina.

¿Cuéntanos algo que nadie sepa de Valentina?

Valentina, en primer lugar, sabe imitar el acento de mi provincia como nadie más puede hacerlo. Cuando entrenábamos con la selección nacional, pasábamos todo el tiempo juntos, por lo que la forma en que hablaba también terminó influyendo en la suya. Además de esto, diría que también tiene un gusto exquisito por la música (a los dos le gusta mucho Lana Del Rey). Finalmente, Valentina tiene el corazón más grande que existe. Estoy muy feliz de haberla conocido y aún más feliz de ser su amiga.

¿Cuéntanos algo que nadie sepa sobre Liza?

En 2017 Liza escribió un poema sobre una comida típica argentina. ¡Estoy seguro de que ahora extraña más al choripán que a su propia familia! Bromas aparte, ella es así, es alegre y divertida y por eso la quiero tanto, estoy tan feliz de ser su amiga.