Conceptualmente, tanto las becas deportivas como las académicas son anuales, esto significa que firmar una beca conlleva lo descrito en la misma sólo por un año académico.
Es cierto, sin embargo, que los entrenadores, salvo contadas excepciones, suelen ofrecer una plaza en el equipo con una beca que puede renovarse en las mismas condiciones en los años siguientes y por el periodo necesario para completar el plan de estudios. En particular, si un jugador es reclutado de un colegio universitario de 2 años, el entrenador reservará la beca para ambos años, pero efectivamente la beca se renovará para el segundo año al final del año académico, generalmente a mediados de mayo, después de la evaluación académica y deportiva del año que acaba de terminar.